Tenía 29 años, me apunte a un viaje de aventura:
diez días caminando por el desierto del
Sáhara y me perdí. Sin agua y sin comida.
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Llegó la noche y pensé que iba a morir de miedo,
pero ocurrió todo lo contrario.
Me invadió la confianza, pasé una noche mística.
Entré en ese desierto ateo y salí creyente.
Me costó años poder hablar de ello,
pero terminé confesando porque
siempre me preguntan de dónde viene
el optimismo de mis obras,
y la fuente viene del desierto.
Habito la vida con confianza.
Éric-Emmanuel Schmitt
Imagen: Light at Dusk by Pere Camps