No te hables a ti misma de la manera
en que si lo hicieras así con un amigo
vuestra amistad acabaría.
Si tuvieras un amigo en las mismas circunstancias,
no regañarías a esa persona diciéndole,
por ejemplo, "eres decepcionante",
"no te estás esforzando bastante",
"no eres tan bueno como... (quien sea)".
Al contrario, ofrecerías a tu amigo estímulo,
procurarías señalarle todo lo que hizo bien
y en cuánto había progresado.
No deberías hacer menos por ti misma.
¡Ten mucho cuidado en cómo te hablas...
porque te estás escuchando!
Pat Cadigan
Imagen: Le miroir by Paul Delvaux, 1936
No hay comentarios:
Publicar un comentario