Hay un silencio que procede del desacuerdo con el mundo,
y otro silencio
que es el mundo mismo.
Tomados en su significado más hondo,
ambos
constituyen una forma de audición,
un fijar el oído a la consciencia
para discernir
qué nos escinde de cuanto nos rodea,
qué nos separa de lo
que somos. [...]
El silencio no puede concebirse como
una oposición de
la palabra [...].
Es, antes que otra cosa, un estado mental,
un mirador
que permite captar
toda la amplitud de nuestro límite
y, sin embargo, no
padecerlo como línea última.
Estar sosegado en lo limitado es tarea del
silencio.
Ramón Andrés
Imagen: Gotas de silencio by Manuel Felguérez, óleo sobre lienzo, 100 x 120 cm, 1996
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