Las personas generalmente vamos
de un extremo a otro para evitar
la tensión y presión del centro,
pero hay dos formas de permanecer en él:
con mucha tensión o con mucha conciencia.
La primera no se puede sostener
durante mucho tiempo y al final
el sujeto es arrastrado a los extremos.
Por otro lado, la vía de la conciencia es la
capacidad de mantener la atención sin tensión;
algo que se desarrolla con mucha práctica y tiempo,
y que ofrece resultados estables.
Antonio Iborra
Imagen: New Forms by Mark Rothko
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