Nadie enciende una lámpara para luego
ponerla en un lugar escondido
o cubrirla con un cajón,
sino para ponerla en un estante,
a fin de que los que entren tengan luz.
La lámpara de tu cuerpo es el ojo.
Cuando tu ojo está sano,
todo tu cuerpo entero está también en la luz;
pero si tu ojo está enfermo,
tu cuerpo también está en las tinieblas.
Lucas 11, 33-34
Imagen: Cíclope by Gerardo E. Fraga y Guzmán, técnica mista sobre lienzo, 33x40 cm
No hay comentarios:
Publicar un comentario