He llegado a aceptar la sensación
de no saber a dónde voy.
Y me he preparado para que me guste.
Porque es sólo cuando estamos
suspendidos en el aire, sin aterrizaje a la vista,
que forzamos nuestras alas a abrirse
y comenzamos por fin nuestro vuelo.
·
Y mientras volamos, puede todavía que
no sepamos hacia dónde nos dirigimos, pero
el milagro está en el despliegue de las alas.
Puede que no sepas a dónde vas, pero sabes que
mientras extiendes tus alas,
los vientos te llevarán.
C. JoyBell C.
Imagen: Winds of Change by Michael Parkes, obra en vitela, 23,4x18,9", 2011
Preciosa reflexión que concuerda con mis sensaciones... la cuestión es atreverse a aplicarlo...
ResponderEliminarNadie tuvo valor sin atravesar sus miedos ;-)
EliminarGracias x sincronizarte!