Junto a la confianza hay agradecimiento,
lo contrario del resentimiento.
Resentimiento y gratitud no pueden coexistir,
porque el resentimiento bloquea la percepción y
la experiencia de la vida como don.
Mi resentimiento siempre me dirá
que no recibo lo que merezco.
Siempre se manifestará en envidia.
·
El agradecimiento, en cambio, va más allá de
lo "mío" y lo "tuyo" y proclama la verdad
que toda vida es puro don.
que toda vida es puro don.
·
Antes, siempre pensaba en el agradecimiento
como la respuesta espontánea a la consciencia
de los dones recibidos, pero ahora me doy cuenta que
el agradecimiento puede ser vivido también como disciplina.
La disciplina del agradecimiento es el esfuerzo explícito
de reconocer que todo lo que soy y todo lo que tengo
me ha sido dado como un don de amor,
un don que ha de ser celebrado con alegría y gozo.
Henri J.M. Nouwen
Imagen: En paz by Delia Govantes Romero, fotografía, febrero 2014
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