unas cuantas cosas elementales,
y las que están predeterminadas estrictamente
–como el color de los ojos,
la textura de la piel y atributos semejantes–
son de importancia secundaria casi siempre
y pocas veces afectan
a la grandeza o mezquindad de un hombre.
Moshe Feldenkrais
Imagen: © Juan Manuel Garcia
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