Espacio-tiempo para contagiar y compartir alegría y consciencia

martes, 2 de septiembre de 2014

AMOR SANADOR

El grado supremo de la medicina es el amor.
El amor es lo que guía el arte y fuera de él
nadie puede ser llamado médico.
Hablar y decir buenas palabras es oficio de la boca.
Ayudar y ser útil es oficio del corazón.
El médico procede de Dios, crece en el corazón
y se perfecciona con la luz natural
de la experiencia.
En ningún sitio es el amor más grande
que en el corazón de un médico.
Paracelso

Imagen: Un grito poco escuchado by Manuel Hernández Solano, óleo sobre tela,
· · · · · · 116x89 cm, 2011

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Aprendemos a recibir cuando sabemos dar. Aprendemos a dar cuando sabemos recibir.
      Las mismas manos nos lo enseñan al ser capaces tanto de abrirse como de cerrarse.

      En realidad dar y recibir son dos gestos de una misma acción: relacionarse! Que bueno cuando se hace con amor :))

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