No hay nada instantáneo en
el proceso de crecimiento espiritual.
Quienes conquistan la madurez
en este terreno lo hacen a fuerza de años
de trabajo interior y transparencia,
sabiéndose pequeños y falibles
en cada paso del camino.
Hay en ellos una cualidad de integridad
y de arraigo. No son almas descarnadas,
ni aparentan serlo. No están, ni se pretenden,
más allá de nada. Por esto mismo,
son capaces de abrazar la complejidad
de quienes los rodean con infinito amor, y de
mostrar el camino hacia una transcendencia real,
sin trampas ni atajos, sin ilusiones de santidad,
con simple vocación humana.
Fabiana Fondevila
Imagen: El Maestro by Camilo Villanueva, óleo, 80x100 cm
¿Cómo ser constante y no perder el norte?
ResponderEliminarDicen que lo que verdaderamente cuenta no son las veces que "caemos", sino las veces que "nos volvemos a levantar"!!!!
EliminarA cada uno de nosotros nos acompañan Grandes Maestros de la Constancia, conecta con ellos y te enseñarán el modo :))
Estos Maestros están tan cerca que a veces ni nos percatamos de su presencia: escucha tu corazón, tus pulmones, tu diafragma... y así uno por uno todos tus órganos... ¿Cómo puedes vivirte inconstante cuando tu cuerpo te sostiene sin desfallecer?
Si te das permiso de retomar el camino las veces que haga falta, puede que tengas una agradable sorpresa :))
Un abrazo, Hu, gracias por sincronizarte!
A escuchar el corazón.
ResponderEliminarGracias
pum pum pum pum pum...
Eliminar:)