YO SOY YO
En todo el mundo no hay nadie como yo.
Hay personas que tienen algo en común conmigo;
mas nadie es exactamente como yo.
Lo que surge de mi es verdaderamente mío
y de mi pertenencia.
·
Soy dueña de todo lo que me concierne:
de mi cuerpo, incluyendo todo lo que hace;
de mi mente, incluyendo todos
sus pensamientos e ideas;
de mis ojos, incluyendo las imágenes
que elijo contemplar;
de mis sentimientos, cualesquiera que sean:
ira, gozo, desilusión, frustración,
amor, excitación o desencanto;
de mi boca, y de todas las palabras que
de ella salen, con rudeza o con delicadeza,
sean ellas de cortesía o de ternura,
correctas o incorrectas,
sutiles o groseras,
corteses o impiadosas;
de mi voz, sea fuerte o suave;
de todas mis acciones,
dirigidas a los otros o hacia mi misma.
Soy la dueña de mis fantasías, de mis sueños,
de mis esperanzas, de mis temores.
Soy la dueña de todos mis triunfos
y de todos mis fracasos;
de todos mis aciertos y de todos mis errores.
·
Como soy la dueña de todo lo que yo soy,
soy yo quien puede llegar a conocerme
en la intimidad. Soy capaz de amarme;
de ser afectuosa conmigo en todo
lo que me forma.
Soy capaz de mejorar trabajando
para mi mejor provecho.
·
Soy consciente de que hay aspectos de mi misma
que me embrollan, y de la existencia
de otros aspectos que no conozco todavía.
Mas mientras persista respetuosa y amorosa
conmigo misma, valiente y esperanzada,
puedo buscar las soluciones
a todos los embrollos;
puedo encontrar los medios para llegar
a conocerme más.
·
Sea cual sea mi imagen visual y auditiva,
diga lo que diga, haga lo que haga,
piense lo que piense y sienta lo que sienta
en un instante del tiempo, esa soy yo.
Esto es lo real y lo que refleja dónde estoy
en ese instante del tiempo.
Más tarde, al revisar mis anteriores imágenes
visuales, al repasar lo que dije y lo que hice;
lo que pensé y lo que sentí, quizás descubra
que algunas piezas no encajan por completo.
Puedo descartar lo que no encaja;
Y conservar lo que efectivamente encajó bien.
Puedo inventar algo nuevo y ponerlo en su lugar.
Puedo ver, oír, sentir, pensar, decir y hacer.
De mi vida soy la dueña y soy dueña de mi misma.
Usando las herramientas para sobrevivir,
para vivir y estar cerca de otros,
para ser productiva, y encontrar el sentido
a las cosas que me ocurren,
para descubrir el orden de mi mundo,
con la gente y con las cosas de mi mundo.
Soy dueña de mi misma y, por ello,
puedo construirme; moldear mi razonamiento
y perfeccionarme. Eso está muy bien.
Yo soy yo y estoy muy bien.
Virginia Satir
Imagen: Femme Noir by Ed Paschke, óleo sobre lienzo, 68x80”, 1987
Es increíble pero siempre estamos en una búsqueda constante de retos y sueños, y no nos tomamos el tiempo para conocernos a nosotros mismos.
ResponderEliminar¿Siempre, seguro? En el momento en que haces esta observación, ya te estás conociendo a ti misma un poquito más ;-)
EliminarGracias, Lila, por sincronizarte :))