Espacio-tiempo para contagiar y compartir alegría y consciencia

viernes, 7 de diciembre de 2012

ANTES QUE NADA

Antes de comprometernos con otra persona,
con la mejor de las intenciones,
hay también que tomar un compromiso
con aquello que es más grande que nosotros
 y para el mayor bien de todos.
Llámalo como quieras: Espíritu, Fuente, Dios,
el Universo, la Fuerza o cualquier
otra etiqueta que te resulte apropiada.

Toca comprometernos a servir
al colectivo, pues el sentido de la Unidad
marca el cambio del ego al alma.
Este es el segundo nacimiento:
cuando se 'nace de nuevo'
no a una doctrina específica,
sino a darse cuenta de que se está aquí
para servir al yo superior o verdadero,
el Alma, que es parte del Alma del Mundo.

Porque a menos que hayamos tomado
esta decisión de servir al plan divino
cumpliendo con nuestro potencial
al servicio del bien común,
vamos a considerar a nuestra pareja
como "el Único" y esperaremos que nos salve,
que sea el centro de nuestro mundo y que
llene el abismo infinito dentro de nosotros,
y esto no es una expectativa razonable
de depositar en un ser humano,
sólo crea una dependencia pegajosa del
compañero que pronto se siente ahogado
por esa necesidad abrumadora
que le proyectamos.
Tanishka

Imagen: Shiva Shakti by Kailash Raj, miniatura pintada sobre papel, 7.5x10.5"

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